cuidado del goldfish Los peces dorados tienen, en cuanto a la instalación, mantenimiento y cuidado, exigencias distintas que los peces tropicales. Es aconsejable un acuario grande de más de 100 litros, decorado con arena gruesa y pequeñas piedras. Los peces dorados son nadadores lentos y suelen dañarse con las piedras si éstas presentan alguna zona cortante. El agua debe de estar muy aireada por un difusor de burbujas y bien filtrada, ya que a los peces les encanta hurgar en el fondo y remover todo el sedimento que allí se deposita. La plantación del acuario no debe de impedir que los peces naden con soltura, y debe de estar formada por especies resistentes de hojas duras, dada la inclinación que tienen estos peces por mordisquear la vegetación. La temperatura ideal deberá estar entre los 15 y los 22 C. Si se rebasan estos límites los peces pueden llegar a sufrir estrés, y volverse predispuestos a enfermedades. Los peces dorados son mucho más frágiles que los peces de otras variedades, dados los cuidados especiales que requieren: altos niveles de oxígeno y una dieta balanceada que combine tanto nutrientes vegetales como animales. Las diez reglas de oro para el cuidado del goldfish: No alimentar de más. Darles lo que puedan comer en 2 minutos. No mantenerlos en espacios reducidos. Al menos 35 litros por pez cuando son de tamaño mediano. No sobrepoblar el acuario. Ver el punto anterior. Monitorear los parámetros del agua. No comprar un pez si no estamos dispuestos a cuidar sus necesidades especiales. Proveer alimento vivo a los peces de vez en cuando. Buscar ayuda cuando sea necesario. Realizar cambios de agua del 20% una vez a la semana. No mantener goldfish con peces tropicales. De comprar alimento comercial, deberá este ser especial para goldfish, no para peces tropicales.
jueves, 23 de octubre de 2014
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